sábado, 12 de septiembre de 2009

POR FAVOR LEER!!!

Lo siento.

Pero... yo no quiero ser emperador. Ese no es mi oficio, sino ayudar a todos si fuera posible.
Blancos o negros. Judíos o gentiles. Tenemos que ayudarnos los unos a los otros;
los seres humanos somos así. Queremos hacer felices a los demás, no hacernos desgraciados.
No queremos odiar ni despreciar a nadie. En este mundo hay sitio para todos y la buena tierra es rica y puede alimentar a todos los seres.
El camino de la vida puede ser libre y hermoso, pero lo hemos perdido.
La codicia ha envenenado las armas, ha levantado barreras de odio, nos ha empujado hacia las miserias y las matanzas.

Hemos progresado muy deprisa, pero nos hemos encarcelado a nosotros mismos.
El maquinismo, que crea abundancia, nos deja en la necesidad. Nuestro conocimiento nos ha hecho cínicos.
Nuestra inteligencia, duros y secos. Pensamos demasiado, sentimos muy poco.

Más que máquinas necesitamos más humanidad. Más que inteligencia, tener bondad y dulzura.

Sin estas cualidades la vida será violenta, se perderá todo. Los aviones y la radio nos hacen sentirnos más cercanos.
La verdadera naturaleza de estos inventos exige bondad humana, exige la hermandad universal que nos una a todos nosotros.

Ahora mismo, mi voz llega a millones de seres en todo el mundo, millones de hombres desesperados, mujeres y niños, víctimas de un sistema que hace torturar a los hombres y encarcelar a gentes inocentes.
A los que puedan oírme, les digo: no desesperen.
La desdicha que padecemos no es más que la pasajera codicia y la amargura de hombres que temen seguir el camino del progreso humano.

El odio pasará y caerán los dictadores, y el poder que se le quitó al pueblo se le reintegrará al pueblo, y, así, mientras el Hombre exista, la libertad no perecerá.

No se entreguen a ésos que en realidad los desprecian, los esclavizan, reglamentan vuestras vidas y les dicen qué tienén que hacer, qué decir y qué sentir.

les barren el cerebro, los ceban, los tratan como a ganado y como carne.
No se entreguén a estos individuos inhumanos, hombres máquina, con cerebros y corazones de máquina.

nosotros no somos ganado, no somos máquinas, somos Personas. Llevamos el amor de la Humanidad en vuestros corazones, no el odio.

Sólo los que no aman odian, los que nos aman y los inhumanos.

No luchés por la esclavitud, sino por la libertad.

La livertad no está en un hombre, ni en un grupo de hombres, sino en todos los hombres
Nosotros tenémos el poder. El poder de crear máquinas, el poder de crear felicidad, el poder de hacer esta vida libre y hermosa y convertirla en una maravillosa aventura.

En nombre de la Livertad utilicemos ese poder actuando todos unidos.
Luchemos por un mundo nuevo, digno y noble que garantice a los hombres un trabajo, a la juventud un futuro y a la vejez seguridad.
Pero bajo la promesa de esas cosas, las fieras subieron al poder. Pero mintieron; nunca han cumplido sus promesas ni nunca las cumplirán.
Los dictadores son libres sólo ellos, pero esclavizan al pueblo. Luchemos ahora para hacer realidad lo prometido.
Todos a luchar para liberar al mundo. Para derribar barreras nacionales, para eliminar la ambición, el odio y la intolerancia.

Luchemos por el mundo de la razón.

Un mundo donde la ciencia, el progreso, nos conduzca a todos a la felicidad.

En nombre de la livertad, debemos unirnos todos...






























...imep!!!

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